Desde la diversidad en el pensar, el
sentir y el actuar de cada una y uno de los miembros de Barrio Pinto, se
desenvuelve la práctica del colectivo. Práctica que no se entiende, sino es
para transformar esa realidad que suele adormecer hasta llevarnos al pasmoso
sueño de la conformidad.
Que mejor escenario para revitalizar los
conocimientos adquiridos en la academia, que la vida cotidiana y popular de las
ciudades; la vida en los barrios. El barrio entendido como ese contexto
(demarcación espacio-temporal) donde les ha sido posible a millones de
personas, vivenciar la experiencia urbana; movilidad, vivienda, apropiación del
espacio público, ejercicio de territorialidad, y la construcción de redes y
tejidos urbanos.
Bajo ningún criterio, comprendemos la articulación
entre saber científico-técnico y saber colectivo popular, como una sumisión del
segundo bajo el primero, todo lo contrario. Entendemos que estos dos tipos de
saberes son producidos por sujetos distintos, pero para nuestro entender,
se unen en la teoría de la práctica.
Nuestros intereses radican, entonces,
en ofrecer herramientas técnicas y discursivas a las distintas
comunidades, para que sean ellas quienes potencialicen sus procesos de
reivindicación y lucha por sus territorios. Que signifiquen el territorio como
el resultado inacabado del trabajo y la lucha colectiva.